Víctor A. Kravchenko escritor de "Yo escogí la libertad", fue testigo del hambre de las purgas estanlinistas, el cual dedica algunos párrafos para describir la situación de hambruna en la URSS. Así como en el escrito de Chompsky visto en la clase pasada mostrándonos los trapos sucios del capitalismo y EU, así también Kravchenko nos muestra que el comunismo tampoco tiene bandera de santo.
Es sorprendente como Kravchenko describe el hambre en los pueblos a consecuencia del plan de colectivización planteado por Stalin, el cual aumento las granjas colectivas de un 7,4% a un 60%. El hambre fue sufrido por los campesinos que trabajaban en las granjas colectivas o los que eran llamados kulaks, que por un principio se crearon para ayudar a las grandes ciudades.
Llama la atención lo que dice : ¡Y denunciábamos como ‘rumores antisoviéticos’ los que eran hechos indiscutibles! Vemos una vez más como fue manipulada la información que llegaba a las ciudades, cosa que se ha repetido infinidad de veces en la historia y no nada mas en la URSS. Fue fácil deshacerse de una culpa cubriéndola con una justificación. Empeora la redacción cuando se habla de policías encargados de que estas víctimas de la hambruna no salieran de los pueblos.
Que clase de persona deja que la gente muera de hambre y la encierra para que no se esparza el rumor, y mucho menos para que no hagan revuelta de la que ellos mismos son responsables. Como dice el profesor "En realidad no se puede tomar partido de ninguno de los dos bandos". Los comunistas (URSS) y los capitalistas (EU) tienen sus pros y sus contras, pero los dos caen en el totalitarismo.
Como estas dos potencias se visten de libertad, progreso, unidad, etc., cuando las dos terminan utilizando la información a su conveniencia en el cual no es una lucha por el bienestar o la preocupación, sino una lucha del control mundial.
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